3/6/09

Reflexiones tras el Saló

Esta claro que no soy un gran blogero (o como se diga).
No soy de esos que cada ciertas horas, cada día o incluso cada pocos días, se dedica a poner una entrada. Eso es lo que significa llevar un blog, sea de lo que sea, aunque sea de tipo "promocional" como este. Este blog esta pensado para ir poniendo mis trabajos relacionados con el cómic y la ilustración. Sobre otros temas o prefiero no opinar o no lo considero adecuado para este blog (y no tengo mas).Todo esto viene a que mis trabajos, y por tanto mis entradas, a veces se espacian tanto en el tiempo que parece que actualice al ritmo de las obras de la Sagrada Familia, pero no es mi intención. Ojala pudiera poner todos los días algún trabajo, pero hay días, incluso semanas, francamente poco productivas por unos motivos u otros.

Mi amigo y socio, en ese orden, Julio Videras, guionista de "Asuntos pendientes" y de otras muchas obras desperdigadas por revistas y álbumes me comentó que el blog de "La guarida del Leviatán" que lleva junto con colega Isaac (alias Horus) parecía que iba arrancando con cierto éxito. Esto del éxito creo que debe medirse no solo por la cantidad de visitas sino por la cantidad de comentarios, porque es realmente donde ves la opinión y el interés de la gente. Pocas veces he dejado yo un comentario en un blog, soy de "poco gasto" a veces pienso que es mejor no repetir lo que otros ya han expresado correctamente, así que solo lo hago cuando el tema realmente me interesa. También están los que lo comentan todo, así que se puede sacar una media y ver si la cosa despierta interés o no.

Lo del éxito, y poco a poco voy hilvanando mis propios pensamientos mientras escribo, lo teníamos ejemplificado justo al lado durante nuestras sesiones de firmas saloneras. Allí estaban José Oliver y Bart Torres firmando su "El joven Lovecraft", que ya tiene un segundo volumen, una versión en catalán y una para el mercado anglosajón, provocando colas de mediana envergadura frente al stand de Diábolo. Allí iban y venían Pilar y Lorenzo, a los cuales siempre agradezco que se acuerden de nosotros y nos concedan una pequeña porción de autobombo en cada salón (y una abultada mochila de novedades por la patilla) disfrutando del "pequeño" triunfo editorial de una editorial pequeña. Mientras tanto Julio y un servidor firmábamos álbumes a un ritmo bastante inferior (vamos a dejarlo así).

José y Bart empezaron con esta historia publicando sus tiras en la web y en papel, usando un sistema de promoción efectivo a la par que sencillo. Primero te enganchan con su buen hacer, dibujos sencillos pero con una ambientación magnifica, sobre en el aspecto cromático, y guiones bien gestados, que buscan el guiño y la complicidad de un lector que ya conoce la temática. Luego te ofrecen el caramelito que representa el poder conservar sin enchufes ni discos duros su trabajo, además de algún regalo en forma de tiras inéditas y colaboraciones varias. Julio e Isaac tratan de hacer algo parecido con su "Leviatán", y espero que tengan tanto éxito como sus colegas, creo que las tiras tienen suficiente calidad como para despegar sin problemas, solo falta el factor fan, y eso es lo que ayuda a medir el blog.

Aparte de eso ocurrieron muchas mas cosas en el Saló del Cómic de Barcelona mientras estuve allí, pero fué tan rápida mi visita que casi no me dio tiempo a otra cosa que ver alguna que otra exposición y sentarme a firmar ejemplares del "Asuntos" y de "Cthulhu". Eso si, deben de estar recogiendo aún las babas delante de algunos de los originales expuestos, sobre todo de los de (todos en pie) S.A.R. Alex Raymond. En esos momentos me pasan dos cosas al mismo tiempo, una pequeña depresión y un increíble espíritu de superación. Esto me dura unos instantes y después paso a investigar la técnica de la forma más detectivesca posible. También me gustaron los originales de Jazz Maynard y me sorprendieron las pocas correcciones que hace Roger en los entintados. Los míos parecen criaturas de Frankenstein antes de pasar por el ordenador, que limpia, pule y da esplendor.

Supongo que me queda mucho por aprender de todo el mundo, pero creo que eso es lo mejor que le puede pasar a un dibujante. A veces es el afán de mejora, a veces la curiosidad, a veces sucia y rastrera envidia, pero siempre hay que tener esa combinación de orgullo y humildad que te empujan hacia delante. Para mi las ferias últimamente suelen ser eso, ritmo trepidante para verlo todo y hablar con los cuatro gatos que conozco del "mundillo" y después, cuando ya me he marchado, esa sensación de que me falta tanto por hacer...

Como consuelo me quedo con los comentarios de los pocos que han visto mis trabajos a lo largo de estos pocos años de reencuentro con el cómic: Progresa adecuadamente.